La plantilla del Real Madrid se sometió el domingo a un test de Covid-19, con sus médicos visitando los domicilios de los futbolistas, y el martes realizarán uno final antes de volar a Manchester el jueves. El viaje no se diferenciará en nada a los habituales, salvo en la rueda de prensa telemática de Zinedine Zidane.
El plan semanal del flamante campeón de Liga incluye tres días de entrenamiento en Valdebebas y desplazamiento, como en cada partido de Champions, en vísperas del encuentro, donde deben remontar el 1-2 de la ida. Los jugadores blancos completarán su última sesión en el Etihad Stadium, escenario del choque, y Zidane realizará la rueda de prensa telemática desde Manchester.
El preparador francés sigue pendiente de la evolución de Isco Alarcón y Gareth Bale. Según informaron fuentes del club, el cuerpo técnico confía en contar con el malagueño, que se comenzará a probar este mismo lunes. Más dudas existen con el extremo, por la escasa fe de Zidane y el aún menor deseo del galés de aceptar un papel secundario.